Estaba todo más que bien: Messi abrió el partido con un lindo gol de tres de dedos, el Barsa ganaba 2-1, el partido se moría... Hasta que apareció Ujfalusi. El checo fue con todo contra la Pulga y le pisó el tobillo derecho. Lionel se revolcó de dolor, al toque le sacaron medias, botines; y su tobillo se asemejó a una pelota de fútbol. O, salvando las distancias, al de Diego en Italia 90. Hay mucha preocupación. Todavía no hay un parte médico, pero, como mínimo, es un esguince. Esperemos que los ligamentos no estén comprometidos.
La mueca de satisfacción pasó a ser de intranquilidad. Messi arrancó de diez en el Vicente Calderón, definiendo con clase para poner el 1-0 y hacerle su 11° gol al Colchonero, seis de ellos en Madrid. Raúl García, de cabeza, empató; pero la diferencia no se hizo esperar y Piqué puso el 2-1 a los 33 minutos del primer tiempo. Luego, poco. En el complemento Lio tuvo dos que desactivó De Gea y por el arquero del Atlético, que tuvo a Agüero de titular, el resultado fue corto.
Cuando todo estaba dicho, ya con tiempo cumplido, apareció el checo Tomas Ufjalusi, que sin cabeza ni noción fue a un cruce con Messi y terminó pisando el tobillo derecho de Lio. Roja indiscutida para el defensor, lesión inesperada para el argentino. Mascherano entró apenas un minuto antes de esa acción y tuvo tiempo para recibir una amarilla, pero eso es anecdótico. Ahora, el tobillo derecho del 10 del Barcelona y de la Selección encendió la alarma.
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